Sorpresas en cargos suplementarios durante sus vacaciones en crucero

incidente en un barco cruceroAl planificar unas vacaciones en crucero, los cargos ocultos por elementos y actividades aparentemente insignificantes suelen pasarse por alto hasta que el viajero recibe la factura final. En ese momento, el shock es habitual en el caso de los pasajeros que asumen que todo está incluido en el paquete del crucero, y puede empañar unas vacaciones hasta entonces divertidas y relajantes. Para evitar este tipo de sorpresas, resulta conveniente hacerse una idea del presupuesto con que se cuenta y estudiar el asunto antes de reservar sus vacaciones en crucero.

Lo primero es lo primero: si ve un anuncio de un paquete de vacaciones en crucero con un precio que parece demasiado bueno para ser verdad, asegúrese de hablar con un representante de Atención al cliente para tener una idea clara del alojamiento que se oferta por ese precio promocional. A las compañías de crucero les gusta usar precios iniciales, lo que significa que en sus anuncios aparecen ofertados los paquetes más baratos, en lugar de los que incluirían el camarote promedio del buque. Esta táctica de ventas está pensada para atraer a los buscadores de chollos, pero cuando descubra lo que de hecho ofrece el paquete (o, mejor dicho, lo que no ofrece), quizá desee repensar su presupuesto o seguir buscando otros paquetes de crucero.

Otra consideración relevante para el presupuesto de sus vacaciones en crucero es el costo de las propinas. En el pasado, la práctica habitual era que los pasajeros hicieran llegar sus gratificaciones en un sobre a determinados miembros de la tripulación. Hoy en día, las líneas de crucero simplemente añaden un cargo diario para cubrir las propinas, que ronda los 10 ó 12 dólares por pasajero. Aunque algunos viajeros pueden no estar conformes con las gratificaciones obligatorias, ésto se hace en beneficio de todos: así, el pasaje confía en recibir ayuda de cualquier miembro de la tripulación, al igual que se espera que la tripulación ayude a cualquier pasajero que lo solicite.

El alcohol y las sodas pueden salirle caros si los consume alegremente y sin enterarse de lo que incluye su paquete de crucero. Antes de hacer su reserva, asegúrese de que el representante de Atención al cliente le explica con claridad lo que incluye el precio. Siempre puede comprar paquetes adicionales de bebidas, para no tener que preocuparse por recibir una factura desmesurada una vez que acaben sus vacaciones. Muchas líneas de crucero ofrecen paquetes de consumo ilimitado de bebidas alcohólicas pero, en mar abierto, sea precavido y asegúrese de estar rodeado de amigos y miembros de la tripulación para mantenerse a salvo, independientemente de lo que haya bebido.

El acceso a Internet es otro gasto a vigilar. Los buques de crucero suelen cobrarlo por horas y, aunque 0.75$ no es gran cosa, puede ir aumentando rápidamente.  La edad del barco también puede afectar a la calidad de la conexión, así que quizá no sea mala idea enterarse de las tarifas de datos ofertadas por su compañía telefónica. Hoy día, las principales empresas de telecomunicaciones ofrecen planes de datos con roaming, que deberían brindarle una señal fiable por un coste predeterminado en casi cualquier punto del mundo.

Al reservar las excursiones en tierra, puede caer en la tentación de hacerlo a través de la línea de cruceros para ahorrarse tiempo y molestias. Lo que no se estará ahorrando entonces será dinero. Los cruceros suelen cobrar mucho más que los tour-operadores independientes, con lo que usted dispondrá de menos dinero para otros gastos. Además, las excursiones reservadas mediante la compañía de cruceros tienden a estar muy concurridas y a ser impersonales. En la actualidad, hay proveedores independientes que le garantizan que estará de vuelta a tiempo en el buque, de modo que nunca tendrá que elegir entre ahorrar en dinero o en preocupaciones.

La clave para mantener los gastos de sus vacaciones en crucero dentro del presupuesto planificado es la preparación y la información. Una regla de oro consiste en no asumir nada, preguntar nunca es perjudicial y, como siempre, en leer la letra pequeña. Si hay algo que no esté claro, asegúrese de que el personal de Atención al cliente se lo explique. Aunque los preparativos pueden requerir bastante tiempo e incluso resultar algo estresantes, el verse libre del “shock de la factura final” contribuirá en gran medida a que sus vacaciones sean tranquilas y vayan como la seda.

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