Saque el máximo partido a su representación legal
Verse en la necesidad de contratar un abogado para resolver un problema legal o lograr las indemnizaciones monetarias que le corresponden por derecho puede ser una experiencia estresante y cargada de confusión. Afortunadamente, buscar el representante legal apropiado puede resultarle mucho más sencillo si comprende lo que requiere la situación legal que enfrenta.
En primer lugar, el abogado elegido tiene que tener experiencia en el tipo de problema legal de que se trate. Además, debe estar facultado para ejercer en aquel lugar donde legalmente se pueda presentar la demanda (o donde usted deba defenderse de la demanda). Por ejemplo, si usted es un trabajador del mar que tiene una queja contra la compañía de cruceros para la que trabaja y dicha empresa tiene su sede principal en Miami, Florida, usted tiene que emplear un abogado marítimo facultado para ejercer en la Florida.
Una vez que usted decida que necesita ayuda legal profesional, debe actuar con rapidez, puesto que los pleitos legales deben entablarse dentro de un periodo de tiempo determinado. Cuando contrate a un abogado, éste debe:
- Explorar con usted todas las opciones posibles para resolver el problema.
- Ser sincero con usted acerca de las posibilidades que existen de ganar el caso.
- Facilitarle un estimado del tiempo necesario para resolver el caso.
- Informarle del coste de sus servicios.
- Explicarle las consecuencias financieras que conllevaría perder el caso.
Para muchos demandantes y demandados, los honorarios de un abogado pueden parecer un obstáculo insalvable cuando se trata de encontrar un representante legal competente y, al mismo tiempo, asequible. Una solución bastante habitual es la de los “acuerdos de honorarios condicionales”, en los que usted sólo paga por los servicios prestados si se gana el caso. En este tipo de acuerdo, los abogados cobran un porcentaje de la cantidad adjudicada.
Algunas firmas legales ofrecen una tarifa plana o fija si el caso es relativamente simple y directo. En general, los abogados cobran por horas y la tarifa puede variar en función de su reputación y destreza legal. La mayoría exigen un anticipo, que consiste en un pago efectuado de antemano contra el que se facturan los cargos futuros. El cliente también será responsable de abonar las posibles facturas posteriores, una vez agotado el anticipo. En algunos países existen cargos reglamentarios, es decir, que usted debe pagar una cantidad determinada fijada por ley o por el tribunal regional.
En ocasiones, el representante legal que le convendría por motivos de capacitación no aceptará trabajar mediante acuerdos de honorarios condicionales o tarifas fijas, sino que únicamente cobrará en función de las horas empleadas. Actualmente, son muchos los abogados competentes que están dispuestos a aceptar otras modalidades de pago, como los pagos mensuales y otros tipos de financiación.
Contratar un abogado es un asunto muy serio, pero el proceso no tiene por qué resultar intimidatorio o involucrar confusión alguna. Independientemente del representante legal que usted necesite, el mejor abogado que se puede contratar es aquel que escucha, que actúa con sinceridad y sentido ético al informarle sobre el progreso del caso y que le proporciona la atención que usted merece.
Afortunadamente para los tripulantes que se lesionan o se enferman en barcos de cruceros o de carga norteamericanos, los abogados marítimos Norteamericanos que manejan estos casos trabajan a porcentaje. Esto significa que el tripulante solo tiene que pagarle al abogado cuando la compañía de cruceros o de carga le paga su indemnización monetaria por lesiones o enfermedades.
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