La bandera de conveniencia puede causar daños a los marineros
La "bandera de conveniencia" es una laguna popular utilizada por los propietarios de embarcaciones grandes para evitar las leyes marítimas internacionales y ahorrar en impuestos. Sin embargo, esta práctica puede ser perjudicial para los trabajadores marinos cuando una crisis golpea, como se representa por la insolencia de la compañía Azal Shipping & Cargo, el propietario del Iceberg 1, un barco que fue asaltado por piratas somalíes, y la falta del gobierno de Panamá, la bandera de conveniencia del Iceberg 1.
La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) ha hecho un llamamiento para que Panamá contribuya económicamente a ayudar a la tripulación del Iceberg1, liberada hace poco de un secuestro infernal. Los marineros del buque de bandera panameña permanecieron secuestrados por piratas somalíes durante casi tres años; fueron sometidos a tortura, privación de alimentos e incluso mutilaciones, antes de ser liberados en diciembre del 2012 tras un enfrentamiento armado.
El primer oficial sigue desaparecido, presumiblemente muerto, y un marinero se suicidó durante el cautiverio. Los restantes veintidós secuestrados ya se encuentran en sus países de origen, pero precisan ayuda urgente para reconstruir sus vidas. La situación traumática a la que fueron deliberadamente sometidos provocó daños psicológicos y muchos de ellos sufren problemas médicos.
Además del brutal secuestro, el empleador de la tripulación, Azal Shipping & Cargo, interrumpió el pago de salarios en cuanto fueron capturados. A su regreso, algunos de los infortunados marineros han encontrado a sus familias devastadas tras casi tres años sin sostén económico.
El presidente de la sección de marinos de la ITF, Dave Heindel, afirmaba: “En el sector naval conocemos bien la magnitud del sufrimiento de estos trabajadores del mar y sus familias en los tres pasados años, por lo que no es de extrañar que algunos miembros de la industria naviera hayan ofrecido apoyo económico. Sin embargo, nos gustaría que el Estado del pabellón en particular, Panamá en este caso, se uniera a ellos y a todos nosotros en este esfuerzo para procurar alivio a los afectados".
Heindel proseguía: “Resulta muy desafortunado que el Estado del pabellón no haya cumplido con su deber, sancionado por la OMI, de auxiliar durante el cautiverio a estos marineros, empleados en un buque que enarbolaba su bandera. Ahora tiene la oportunidad de contribuir a su sustento y rehabilitación".
Y concluía: “El trato cruel y bárbaro infligido a estos marinos debe servir como recordatorio permanente de la necesidad de luchar contra los piratas, perseguirlos y procesarlos".
El Iceberg 1 estuvo retenido por piratas somalíes desde marzo del 2010. El armador del buque, Azal Shipping de Dubái, lo abandonó sin asegurar tras la captura. La compañía no pagó sueldos ni a los marineros ni a sus familias. Veintidós miembros de la tripulación fueron liberados en el transcurso de varios tiroteos en diciembre de 2012: ocho yemeníes, cinco indios, cuatro ghaneses, dos pakistaníes, dos sudaneses y un filipino. Uno de los marinos, el yemení Wagdi Akdram, acabó suicidándose durante la terrible experiencia. Se desconoce la suerte corrida por el primer oficial, el indio Dhiraj Tiwari; fue torturado y se le aisló del resto de la tripulación. Otro de los secuestrados sufrió mutilaciones en las orejas y todos los marineros fueron sometidos a tortura y privación de alimentos. Panamá, el estado bajo cuya bandera de conveniencia navegaba el buque, no ha proporcionado asistencia a la tripulación. Esto demuestra uno de los muchos problemas derivados del uso de pabellones de conveniencia. Los Estados de pabellón pueden no asumir las necesarias y debidas responsabilidades en caso de abusos. No sólo dejó de pagar impunemente a sus trabajadores Azal Shipping, sino que también Panamá ignoró su responsabilidad para con los marineros capturados y sus familias.
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