Carnival Cruise Lines busca recobrar su reputación tras los desastres recientes en sus barcos de cruceros.

Carnival Cruise Lines está esforzándose para cambiar su imagen después que una serie de grandes desastres han dañado su otrora excelente reputación con sus clientes pasajeros.

Los incidentes del Costa Concordia y del Carnival Triumph aún están muy frescos en la memoria del público.  La compañía, dirigida ahora por el recién nombrado Director Ejecutivo Arnold Donald, invertirá por lo menos 600 millones de dólares renovando y mejorando sus buques de crucero.

Gracias a esta iniciativa, Donald espera que Carnival Cruise Lines vuelva a ganarse la confianza de los consumidores.  Esto asimismo redundara en el aumento de los pasajeros y en un repunte del valor de sus acciones bursátiles.

Al evaluar el desastre del Costa Concordia ocurrido el pasado año, Donald declaró que "Lo sucedido con el Concordia no se debió a ningún problema infraestructural o sistémico, sino a un error humano que se convirtió en una tragedia".

Carnival apenas había empezado a recuperarse de la desgracia del Costa Concordia cuando se declaró un incendio en la sala de máquinas del Carnival Triumph. Los motores se averiaron y el buque quedó sin suministro eléctrico ni agua corriente en los aseos durante varios días. Esto dio lugar a muchas demandas judiciales y asesto un duro golpe, en sus relaciones publicas, a la compañía de cruceros más grande del mundo.

Sin embargo, apuntó Donald, "No sólo no hubo ninguna muerte, sino que nadie resultó herido ni enfermó.  En el caso del Triumph no hubo ningún problema de seguridad sanitaria".

Aunque pudo haber sido mucho peor, la cuestión es que ambos incidentes podrían haberse evitado.  Por este motivo, Carnival destino más de 500 Millones de Dólares a mejorar su flota. "Si se diera el caso, muy improbable, de que volviéramos a quedarnos sin suministro eléctrico en alguna ocasión, contaremos con un sistema de respaldo energético y con un protocolo que nos permitirá evitar en primera instancia la pérdida del suministro", afirmó Donald.

Para garantizar y maximizar los niveles de seguridad, Carnival Cruise Lines ha empleado a Mark Jackson, quien fue anteriormente comandante de la Guardia Costera Norteamericana, como vicepresidente del operativo técnico. Jackson señaló que "lo ocurrido en el Triumph fue horrible para los pasajeros y no queremos que vuelva a suceder pero aprendimos una gran lección".

Cambiar el tirado de los cables en los buques será el primer paso puesto que la ubicación de los cables fue una de las principales causas por las cuales el fuego se extendió rápidamente y afectó las dos salas de máquinas del Triumph. De este modo, explicaba Jackson, "Si falla una de las salas, la otra seguirá funcionando". Otras medidas adoptadas incluyen aumentar el número de boquillas de agua nebulizada de 30 a 500, contratar una patrulla para chequear y evitar posibles fugas de combustible el día entero, e instalar un segundo generador de respaldo situado lejos de la sala de máquinas para garantizar un suministro eléctrico básico e ininterrumpido en caso que se averíen los motores.

A pesar de la amplia publicación en todos los medios de comunicación de estas mejoras, la opinión pública difícilmente olvida. Incluso con unos descuentos considerables, la mayoría de los pasajeros potenciales siguen mostrándose reacios a vacacionar con Carnival. Por suerte, el tiempo cura casi todos los males en el ámbito de las relaciones públicas, algo que no sólo es bueno para Carnival sino para los propios viajeros que así podrán disfrutar de unos estándares de seguridad mejorados y unas vacaciones verdaderamente relajantes.

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